GÉNERO: Laboral.
Queridos lectores.
La noticia de hoy quizás esté llena de tecnicismos empresariales, por ello voy a intentar que en el comentario de hoy quede todo más claro. Ante la alarmante cifra del paro es hora de que las empresas pongan en práctica el concepto que ellos mismo instauraron. En el día de hoy hablaremos de la famosa Responsabilidad Social Corporativa.
La responsabilidad social corporativa (RSC) también llamada responsabilidad social empresarial (RSE), puede definirse como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor añadido. A partir de ahora a este concepto lo denominaremos con las siglas RSE.
En resumidas cuentas lo que el concepto quiere decir es que las empresas además de ganar beneficios tienen que hacerlo en un adecuado marco social, es decir, la forma de obtener resultados no tiene que ser reduciendo personal, ni llevando políticas que dañen el medio ambiente o financiando proyectos inviables. Las empresas tienen que tener marcado unos objetivos y una misión pero además de eso deben ser buenos vecinos y cooperar con el país. Este concepto o esta integración de la empresa en el marco social podemos definirla en tres ámbitos. En primer lugar hay que tener en cuenta las obligaciones legales de cualquier empresa, en segundo lugar encuadrar a la empresa en aquello que denominamos obra o acción social, y en tercer y último lugar la propia definición de RSE o lo que es lo mismo, el código ético y de valores donde la empresa ha de ser leal con los trabajadores y con la sociedad (igualdad, evitar la discriminación, cuidado del medio ambiente…)
Por otro lado está el poder de la palabra marketing. En la práctica el concepto de RSE es un eufemismo que sirve para mejorar la imagen de la empresa en la sociedad, y esto no debería ser así. El RSE se dirige a que la empresa no solo se fije tanto en datos cuantitativos sino que consiga el equilibrio entre los cuantitativos y cualitativos. Tiene que dirigir los efectos contables hacia la consecuencia de los efectos sociales. Las empresas tienen que conseguir el equilibrio entre las necesidades de la sociedad y el beneficio propio. No hay que olvidar que las empresas también se crean para cubrir necesidades. Si desgranamos el concepto de RSE hay que sacar en conclusión que la clave de esto está en la innovación.
Mención aparte merecen la mala aplicación del concepto que utilizan, por un lado personajes como, el ex presidente de la CEOE (investigado por casos de corrupción) quien en un mal ejemplo dijo, como una de sus frases celebres, que las personas tenemos que trabajar más y cobrar menos y ¿Eso me lo dices usted? Perdonen que me ría con esas declaraciones pero eso no es RSE. Y por otro lado lo mal entendido que está este concepto en el ámbito del empleo público. En este caso no me quiero referir a las personas que luchan por sacar una oposición a una oferta pública de empelo. Recordemos que esa oferta sale porque se demanda una necesidad por parte de la sociedad y lo más adecuado sería cubrirlas con gente que se “mata” a estudiar. A esas personas que merecen mi admiración no me refiero, sino lo que este blog condena es la figura del “asesor” o “asistente personal” que sin ningún merecimiento consiguen sueldos públicos, siendo en muchos casos elevados. Como bien sabéis hablamos de aquellos cargos de libre asignación que curiosamente siempre guardan algún parentesco con la persona que lo elige. Esos cargos son los que hay que mirar con lupa y tratar de obviar si no son necesarios, y si lo son, someterlo a oferta pública.
Muchos os preguntaréis que cual es la positividad de la noticia. Pues bien, de alguna forma o de otra hay que transmitir que el concepto de RSE, en estos tiempos que corren, es de obligado cumplimiento para las empresas. Si existe un sistema, concepto o factor que puede ayudar a variar la cifra del paro ese es sin duda el RSE. Desde aquí quiero animar a todos los empresarios a que apliquen este concepto. Como bien pude escuchar el otro día en la radio, ayuden al que tiene que
comprar no al que tiene que vender. Si se crean empresas sin tener en
cuenta que el consumidor no tiene poder adquisitivo para poder hacer uso
de los productos que crean estas, el fin ya lo conocemos todos, el
cierre. Así que empresarios y Estado tenéis la llave para abrir el
candado que no nos permite crecer.
Saludos.
Cuack!
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