viernes, 31 de mayo de 2013

Diario de una familia



Cada final de mes siempre nos planteamos la misma pregunta ¿Cómo puedo estirar el dinero disponible para no sufrir tanto cuando el mes va finalizando? Pues bien, esa pregunta que todos los españoles nos hacemos tiene varias respuestas. Algunas de ellas están fundamentadas en formulas de consumo, otras en estrategias de ahorro y las más esperanzadoras pasan por encontrar otro trabajo mejor remunerado. De esta última no haremos mucha mención porque tal y como está el panorama los que tienen trabajo disfrutan del apellido agradecido, no obstante a ellos también le aprietan al máximo para sacar el mayor trabajo posible con continuas disminuciones de salario. Sin embargo, si vamos a hacer mención y hablaremos durante este momento sobre las otras dos opciones: consumo y ahorro.

Sobre la primera, el consumo, son muchas las distintas pautas que se establecen en función del salario que entra en casa. Por un lado nos planteamos el establecer una lista de la compra en función de los precios más baratos que en los distintos supermercados hay, podemos incluso visitar tres establecimientos distintos para ahorrarnos unos euros. Otra pauta de consumo está en la disminución del ocio. Una actividad mermada, que resulta de la famosa frase “la pescadilla que se muerde la cola”, se basa en que si no consumimos ocio no generamos riqueza para las empresas que se dedican a eso y por lo tanto sus beneficios disminuyen llevando consigo el despido de trabajadores. La demanda cae y el empleo también por lo que reducir en demasía el consumo del ocio no es una opción que se baraje para salir de la crisis, aunque también es cierto que el poder adquisitivo de las personas disminuye cada vez más por culpa de la subida de impuestos. Como es lógico, existen otros valores más importantes que el disfrute del ocio y por lo tanto es entendible que la actividad comercial baje en esta época aunque, vuelvo a repetir, no es recomendable que se elimine en demasía la disminución de la actividad comercial. Otra forma de consumir es mediante el asociacimiento con distintas personas para el disfrute de un mismo servicio, por ejemplo: compartir los gastos del coche con otros compañeros para ir al trabajo o compartir taxi para los distintos desplazamientos, es decir, en general  la combinación de consumir y compartir puede resultar una buena estrategia para el ahorro. Un consumo colaborativo es lo idóneo.

En relación al ahorro, y teniendo en cuenta que la hipoteca o el alquiler del piso se llevan un porcentaje alto de nuestro de salario, existen otros tres gastos básicos para cualquier familia, ellos son la electricidad, gas y agua. Sobre la primera, es aconsejable acogerse a la tarifa de último recurso (TUR)  ya que ofrece unos precios más normales. El gas siempre es mejor tenerlo contratado con otra compañía porque si lo contratamos con la misma que la compañía eléctrica solo obtenemos el beneficio de que todo viene en la misma factura. Y en relación a la última, el agua, es mejor acudir a los remedios caseros tales como: mejor una ducha que un baño, un lavaplatos lleno para aprovechar al máximo o reciclaje del agua de la ducha para limpiar suelo o utilizarlo como cisterna. Otra estrategia marcada sobre el ahorro y que muchas familias han adoptado es la reducción de las tarifas de móviles si tienen contratado internet en casa, ¿para qué sirve tantos megas contratados en el móvil y también en casa? Pues buscar la mejor tarifa para adaptar gastos es lo mejor. Un ahorro permanente se establece también con diferentes productos bancarios, ¡ojo! abstenerse todo aquello que vaya aparejado con la palabra preferente, existen otro tipo de productos bancarios que ofrecen un interés adecuado por el depósito de cierto importe.

Con este análisis, recogido de las distintas opiniones de las familias, espero que se hayan establecido nuevas medidas que adoptar para la buena administración salarial de las familias. Todo pasa porque los que están al mando de todo, aquellos que elaboran políticas macroeconómicas para salvar el déficit y que dicen que tendrá su efecto en las familias en el largo plazo (algo que es discutible para los economistas), elaboren políticas de choque basadas en la inversión en I+D+I, bajada de impuestos que afectan al consumo y a las familias  y establecimientos de otros que afecten a los que realmente tienen y juegan a su antojo con los límites de la legalidad. Ni que decir tiene que además de esto deberían de recortarse ciertos privilegios que tienen los partidos políticos. Con todo esto espero dejar de ver pancartas con el lema: me sobra mes para este sueldo.

Cuack!



 Fuente: EL PAIS
 

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